Sebastián pertenece a una de las familias más acaudaladas e importantes de la década de los 80 de Maracaibo. Un día, es secuestrado,  torturado y cruelmente asesinado. El caso es cerrado policialmente y Alejandro,  un joven de apenas 20 años es hallado culpable y sentenciado a una larga condena a pesar de declararse inocente e incapaz de quitarle la vida a alguien que significó mucho para él. Después de tres décadas encarcelado, un acontecimiento cambiará su vida.